Santa Eulàlia es la tercera población con mayor número de habitantes de la isla ibicenca, un pueblo pintoresco y tranquilo a tan sólo 20 minutos de Ca n’Arabi y del aeropuerto. Alejada del ambiente de fiesta de Sant Antoni e Ibiza, en ella suelen disfrutar familias y turistas en busca de algo más de paz, llegando un perfil de veraneante un tanto más selecto.
La localidad de Santa Eulàlia cuenta con un paseo marítimo precioso repleto de árboles y pequeños jardines a orillas de la playa, que a su vez está rodeada de hoteles, apartamentos y restaurantes de calidad. La oferta de ocio es muy variada, y destaca por tener numerosas galerías de arte y dicen que la mejor gastronomía de toda la isla.
También es relevante el Puerto Deportivo de alto nivel, desde donde coger ferries con destino a las diferentes playas de la zona, Ibiza e incluso Formentera. Pasear por los comercios exclusivos es otra de las excusas perfectas para conocer Santa Eulàlia y disfrutar del ocio más relajado.
Pero para perderte entre la gente local, lo mejor es pasear por la calle San Jaime. Es el lugar diurno por excelencia en el que verás a los santaeularienses charlar y tomar café en las terrazas. Paralela a la calle San Jaime se encuentra la calle San Vicente. Un lugar pintoresco en el que hacer una buena sobremesa, pues limitan el tráfico por la tarde y la hacen peatonal. Más allá de la calle San Jaime se suelen poner puestos ambulantes de artesanía donde también hay lugar para dibujantes y retratistas.
El entorno de Santa Eulàlia también es de obligatoria visita. La iglesia de Nuestra Señora de Jesús, del siglo XVI, corono la cima del Monte de la Misa, iluminándose de noche con luces decorativas. Para llegar hay que pasar un par de puentes, el último de origen romano. La vista que ofrece la Iglesia de Nuestra Señora es digna de ver, con una vista panorámica del municipio de Santa Eulàlia, con la preciosa bahía de Cala Llonga.