Ibiza es uno de los enclaves más paradisíacos del Mediterráneo. Un lugar en el que poder disfrutar tanto de la experiencia más vibrante como de la tranquilidad más absoluta. Y si lo que prefieres es desconectar del estrés diario y estar en contacto con la naturaleza, Ibiza es una de las mejores opciones para los meses primaverales y estivales.
Comer bien, descansar, respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza. Estos cuatro factores son los que llevan a mucha gente a decantarse por la isla ibicenca como lugar de relax, ejercicio, introspección y turismo rural.
Existen numerosos pueblos pintorescos en la isla en los que comer y hacer compras Km 0, es decir, optar por comprar y cocinar los alimentos que se han cosechado en la zona. Esta cocina de proximidad es muy común entre el turismo rural, donde la restauración está mayormente basada en productos de las fincas cercanas y cultivo biológico.
Algunos de los hoteles más reconocidos dentro del agroturismo ibicenco eran casas rurales y antiguas vaquerías que se han reformado y convertido en hoteles de lujo, pero que han sabido respetar su carácter original. Algunos ejemplos de este tipo de hoteles centrados en el turismo rural es el Hotel Ca n’Arabi y el Hotel Can Jaume.
Y no hay nada mejor que alternar una buena alimentación y descanso con jornadas de senderismo o trekking. Existen muchísimas rutas para conocer una Ibiza diferente a través de majestuosas caminos que discurren desde bosques habitados por conejos silvestres y halcones hasta las calas perdidas más cristalinas.
Si te gusta el turismo rural, Ibiza combina gastronomía, tranquilidad, paisaje y comodidad, convirtiéndose en uno de es uno de los mejores rincones para perderse y descansar.