A escasos 2 km al norte de Sant Antoni se encuentra uno de los rincones más valorados por los amantes de las playas ibicencas. Cala Gració destaca por su suave arena blanca y sus aguas cristalinas, que invitan a un chapuzón a todos los que a ella se aproximan.
La playa es ideal tanto para adultos como para niños por su fácil acceso, sus aguas calmadas y su poca profundidad, lo que hará las delicias de los más peques, que podrán jugar en la orilla con toda tranquilidad.
Pero si hay algo que la mayoría de los visitantes valoran de este pequeño paraíso es el respeto a las vistas y al paisaje de este rincón, que por más que esté muy cerca de Sant Antoni ha sabido conjugar la naturaleza con la actividad urbana. Los hoteles de la zona están escondidos y no tienen vistas a la playa, de tal forma que los usuarios se sienten aislados, con privacidad, en su pequeña burbuja llamada Cala Gració.
Para llegar a esta playa desde Ca n’Arabi, estás a algo menos de media hora en coche por la C-731. Desde Sant Antoni se puede ir caminando o en vehículo. Si vas en coche está fácilmente indicado y en 5 minutos se llega.
Y si una vez en la cala apetece dar un paseo, te recomendamos una breve caminata hacia la preciosa Cala Gracioneta, a la que puedes acceder siguiendo la costa por la parte derecha de la playa. Esta pequeña cala es otra joya de la zona, en la que aún podrás disfrutar de más intimidad, pues llega menos gente. Eso sí, cuenta con el famoso restaurante El Chiringuito.