Cómo un lugar tan pequeño como Ibiza puede albergar tesoros tan extraordinarios y únicos es todavía un misterio para muchos. Pero lo cierto es que esta diminuta isla del archipiélago balear está llena de sorpresas, de alternativas de ocio, deporte y aventura que sorprenderán a aquellos que se animen a conocer los secretos mejor guardados de Ibiza.
Uno de estos tesoros es, sin lugar a dudas, la Cueva de Can Marça, una gruta que se adentra en las entrañas de la tierra ibicenca para ofrecer un espectáculo único de formas y colores. Quienes deseen visitarla deberán dirigirse hacia la zona norte de la isla, al Port de Sant Miquel, un paraje situado a tan solo 20 kilómetros de Eivissa.
Allí, en la ladera de una de las montañas que se desploman sobre las cristalinas aguas azules del Mediterráneo, localizarán fácilmente la entrada a la cueva. En este punto es recomendable tomarse unos minutos para apreciar la incomparable belleza del paisaje que tenemos delante: un mar en calma, transparente, unas formaciones rocosas cargadas de vegetación y los pequeños islotes de Murada y Ferradura contribuyendo a crear una escena aún más idílica.
No obstante, lo mejor aún está por llegar. Dentro de la Cueva de Can Marça el visitante disfrutará durante 40 minutos de una gruta llena de pequeños lagos y estalactitas, acompañado en todo momento por un espectáculo de luces, agua y sonido que contribuyen a crear un ambiente aún más mágico y espectacular. En ese tiempo realizará también un recorrido por la historia de la cueva, desde su formación hasta su uso como refugio para contrabandistas.
La Cueva de Can Marça abre todos los días del año y su entrada cuesta tan solo 10€ (6€ para niños de hasta 12 años), por lo que se convierte en una alternativa ideal para pasar el fin de semana o para culminar unas vacaciones en la isla de Ibiza en nuestro hotel rural. No pierdas esta oportunidad y déjate sorprender por los encantos únicos y maravillosos de una tierra incomparable.