En nuestra querida Ibiza no existen las distancias, y la mayor parte del año se puede conducir de una punta a otra de la isla en menos de 40 minutos. Esta podría ser la razón número 1 a la hora de reservar en un Hotel Rural, tener el cuartel general en un sitio tranquilo, en plena naturaleza y lejos del ruido.
El aire, los pájaros, la tranquilidad…al ser hoteles pequeños, con pocas habitaciones comparados con los hoteles de playa, no hay tanta gente haciendo ruido. Como somos pocos, y no hay ruido, hablamos bajito, cuando te das cuenta y llevas dos días, parece como si todo el mundo hablase en susurros.
El entorno, siempre cuidado por los propietarios, ya que en muchos casos, vivimos aquí ( o ha sido la casa de la familia durante generaciones), el cariño con el que se trata el terreno, los alrededores, el campo, los árboles, la casa o finca …. perdona la comparación, pero la única que se me ocurre, es parecido al cariño de un nieto por su abuela o abuelo.
Con estas premisas el trato al cliente es el que uno podría esperar, somos pocos y hacemos de todo, pero es algo que tu, que nuestros clientes nos sabéis perdonar. Nos gusta tratarte igual que nos gusta que nos traten a nosotros….y tal vez esta sea la mejor manera porque el tanto por ciento de gente que repite en un Hotel Rural es espectacular.
Somos hoteles pequeños pero con grandes habitaciones ( generalmente), de Can Arabí por ejemplo nos decís que os gustan nuestros techos altos, que favorecen mucho ese aire vaporoso que buscamos, la experiencia «cama» no queda atrás, al ofrecer paz, tranquilidad, relax….la cama ha de ser perfecta (al igual que el cojín en el que reposamos ).
Nuestra arma secreta? los desayunos, pregúntale a cualquiera que haya venido, o mejor…ven y compruébalo tu mismo.